Recuerdo perfectamente un viaje de verano a Sanjenjo (Galicia) que hice de pequeña con mi familia. Mi madre, como buena artista que es, no había reservado hotel, y mientras preguntábamos la disponibilidad en todos los hoteles por los que pasábamos (toda una aventura para mis hermanas y para mi, pero no para mi padre) descubrimos en el camino un edificio abandonado e inundado por la vegetación. Mi madre hizo parar el coche par bajarse, sacar su cámara e inmortalizar lo que quedaba de aquel edificio. La imagen se me grabó a fuego en la retina y desde entonces voy buscando en cada ciudad que recorro ese lugar mágico, esos invernaderos abandonados que siempre esconden las ciudades.
Esta obsesión por observar y descubrir sitios abandonados me acompaña desde ese momento, e imagino la cantidad de sesiones de fotos de pre-boda, post-boda, ceremonias y, porque no, bodas que podrían realizarse en enclaves tan mágicos como el primero que descubrí. Algún día os contaré la historia que se esconde tras la sesión de fotos que hicimos hace años, LA MAISON SECRETE, donde conseguí convencer (aún no ser cómo) a todo el equipo para “asaltar” una casa abandonada y producir esta maravilla que espero que os guste! Ha pasado mucho tiempo pero me sigue encantando, y quería rescatarla para volver a compartirla con vosotras.
Hoy os llevo de visita a mis rincones favoritos, invernaderos abandonados, en ruinas y ocupados por la naturaleza, convirtiéndolas en joyas arquitectónicas donde me gustaría ver a alguna de vosotras dando el sí, quiero. ¿Puedes imaginar tu ceremonia en cualquiera de estos lugares? Estoy segura de que tu Planner sería la persona más feliz del planeta si decidieras hacerlo. (Y si aún no tienes Wedding Planner aquí tienes 8 razones para cambiar de opinión)
Sólo con ver estas imágenes, ya dan unas ganas infinitas de pasar allí horas y horas, imaginando la ceremonia o la celebración. ¡Espero que os guste tanto como a mí! 🙂
